martes, 4 de octubre de 2011

Feliz en el trabajo, feliz en casa

La felicidad es algo impreciso, frágil y sobre todo subjetivo. Cada uno tiene sus baremos para calibrar su rango pero hay algunos elementos comunes a todos que se encuentran más interrelacionados de lo que creíamos. Un equipo de psicólogos de la Universidad de Kansas acaba de dar a conocer un estudio según el cual los empleados que se sienten comprometidos con su empleo tienen una vida hogareña más feliz.
“Nuestra investigación indica que los individuos que se estaban comprometidos con experiencias positivas en el puesto de trabajo y que compartían esas experiencias con otras personas se sentían más capaces de enfrentarse a los asuntos de la casa, eran mejores compañeros y se volvían más efectivos en todo el ambiente del hogar”, explica Sartoris Culbertson, profesora asistente de Psicología y participante en la investigación.

Sin embargo, ese compromiso con el trabajo no debe ser considerado por los empresarios como un modo de exprimir a sus empleados para que rindan más: de acuerdo con los psicólogos, tiene más que ver con una integración positiva en el empleo que con otras actitudes ante el trabajo como la que tienen los workaholics.

Las empresas deben ayudar

“Se ha comprobado que los adictos al trabajo o workaholics experimentan niveles mayores de conflicto trabajo-familia. Al contrario”, continúa Culbertson, “nuestro estudio muestra que los mayores niveles de compromiso se relacionaban más con niveles altos de ayuda trabajo-familia que con el conflicto”. A juicio de la investigadora, es de suma importancia que las empresas se preocupen por ayudar a que los empleados puedan conciliar mejor su vida laboral y la personal.

Para llegar a estas conclusiones el equipo científico realizó una encuesta durante dos semanas entre 67 trabajadores que debían contestar dos veces al día, una al salir del trabajo y otra antes de irse a dormir, para conocer la relación entre su compromiso diario con el trabajo y la ‘transición’ del trabajo a la familia.

El estudio sugiere que el estrés laboral y el del hogar se influyen mutuamente. El compromiso tiene que ver con el estado de ánimo diario y éste se relaciona positivamente con el hecho de que haya una buena transición entre las horas de trabajo y las del hogar

Publicado en El Confidencial

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