viernes, 3 de febrero de 2012

El Tao de la concentración

El almirante de la flota combinada japonesa le había encomendado una de las misiones más difíciles de su vida. No porque su vida corriera peligro. Ni siquiera estaban en guerra, aún no. Correría peligro la vida de miles de soldados japoneses. Japón estaba dispuesta a golpear primero, a deshacerse de su mayor enemigo en el Pacífico para luego, poder ocupar Asia, y expandir su territorio.
La persona encargada de diseñar el ataque a Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941 fue el coronel Minoru Genda. Para hacerlo se pasó días encerrado en una habitación de uno de los barcos de la flota combinada japonesa, semidesnudo, bebiendo te, rodeado de incienso y libre de cualquier tipo de interrupciones. Cuando finalizó había trazado el más ambicioso plan de ataque concebido hasta la fecha. El resultado lo conocemos todos. Pearl Harbor, un puerto militar estadounidense en Hawaii fue atacado y casi totalmente destruido por los aviones japoneses y esto hizo que EEUU entrara de lleno en la segunda guerra mundial.

No os cuento esta historia para ensalzar la figura de la guerra. Os cuento esta historia para ilustrar a lo que puede hacer la mente humana en un estado de máxima concentración, y cómo podemos llegar a ello. Tao en la filosofía china significa camino o vía (en Japón se llama Do, de ahí Ju-do o camino a la flexibilidad) y en este artículo vamos a ver cómo podemos descubrir los pasos de ese camino.

Antes que nada deciros que no soy, ni mucho menos, ningún ninja de la concentración. Más bien todo lo contrario. Al contrario que Isaac Asivmov, me distraigo con extremada facilidad. Creo que no soy el único. Vivimos en un mundo sobresaturado de estímulos que nos invitan a la distracción. Diría que, si uno no es consciente de esto, puede vivir perfectamente distraído todo el día. Lo bueno, de saber que uno es distraído, es que es consciente de su problema, y puede tratar de poner remedio.

Aquí van algunas recomendaciones para evitar la distracción y mantener el foco. En este caso el orden sí que importa:

Tener muy claro un objetivo
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“Disciplina y concentración son una cuestión de estar interesado”. Tom Kite (golfista)
Si no sabemos qué vamos a hacer de poco vale tratar de concentrarse. Un ejemplo, los arqueros olímpicos. Todo es por y para el objetivo, no hay uno mejor que el centro de la diana. Solo focalizan su centro, su objetivo es muy simple y muy claro. Dar en la diana. No tienen n objetivos accesorios, solo uno. La diana. ¿Cuál es tu diana?

Evitar la distracción a toda costa, mantener el foco

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“La felicidad sólo se puede encontrar si usted puede liberarse de todas las demás distracciones”. Saul Bellow (escritor Canadiense)

Es casi imposible la concentración si estás rodeado de distracciones. En mi caso al menos. Por ejemplo, cuando escribo artículos para 1C11, trato de usar una herramienta me distraiga lo menos posible (en mi caso evernote). Es más, varios artículos los he escrito en papel y bolígrafo, precisamente porque si estoy delante del ordenador es muy muy fácil que tenga la tentación de navegar. Evitando las posibles fuentes de distracción, evito la tentación.
Tomarse su tiempo
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Hacer las cosas muy despacio. A cámara lenta. Einstein nos demostró que el tiempo absoluto no existe en el mundo de la física. Yo diría más, el tiempo en el mundo de la mente humana es de chicle. Somos nosotros los que podemos mascarlo más deprisa o más despacio. Cuando estés haciendo cualquier tarea, hazla despacio, fijándote en los detalles. ¿ Habéis visto la ceremonia del té en Japón? Pues así.

Evita las tareas accesorias, simplificar
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En casi seguro que cuando estés haciendo algo, te surjan otras tareas accesorias que quieras hacer a la vez que la que estás haciendo. Lo siento, pero en mi caso, la multitarea no existe. Simplemente, no soy bueno haciendo 10 cosas a la vez. Alguna vez lo hago, sobre todo en la cocina, pero siempre acabo por cometer algún error, o no hacer algo bien. Es más, al hacer otras cosas pierdo de vista la diana, el foco. Simplifica, haz una sola cosa cada vez y pon toda tu atención en ella.

Busca tu ritual para la concentración
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“El noventa por ciento de mi juego es mental. Es mi concentración la que me ha llevado tan lejos”, Chris Evert (Tenista).

¿Has visto a Cristiano Ronaldo cuando va a tirar una falta? Muchos dicen que es una simple pose. Y lo es, pero es una pose que ha copiado de los pateadores de rugby. Le sirve y mucho, para concentrarse en lo más importante en ese momento. Lanzar la falta. Tiene un objetivo, se toma su tiempo, y solo piensa en golpear a la pelota. Ese mismo ritual lo puedes adaptar a cualquier cosa que vayas a hacer. Por ejemplo, antes de empezar a escribir podrías prepararte un café o estirarte, o cerrar los ojos y respirar profundamente. Lo importante es fijar unos pasos concretos que asocies al hecho de que te vas a concentrar.

Estos 5 pasos son, con ligeras variaciones los que trato de emplear para buscar y mantener la concentración cuando tengo que completar una tarea. Pocas veces lo consigo, pero no importa, fallar es bueno si se sabe cuál es el camino correcto, si se conoce el Tao. Eso sí, ya os adelanto que el nivel de concentración máximo posible es directamente proporcional al interés que tengamos en conseguir el objetivo (diana). Si un objetivo no nos motiva, o no lo hace lo suficiente, todo la estructura sobre la que se sustenta la concentración se viene abajo.

¿Qué os parecen estos 5 pasos? ¿Qué técnicas usáis vosotros para buscar y mantener la concentración?

Un cafelito a las once

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