miércoles, 25 de julio de 2012

Encontrando un Propósito

Desde la antigüedad el ser humano se ha cuestionado sobre ¿Quién soy?, ¿De dónde vengo?, ¿Hacía dónde voy?, y ¿Por qué estoy aquí?. Esta última pregunta puede encararnos con nuestra realidad y plantearnos modificar nuestra vida, en caso que nuestro análisis revele que necesitamos encontrarle mayor sentido.

Los seres humanos tenemos el potencial de vivir una vida significativa, y esto comienza encontrando un propósito en la vida. Tener propósito en la vida marca la diferencia entre vivir plenamente, y simplemente existir.

Generalmente descubrimos nuestro propósito cuando despertamos a una realidad superior, a una definición más amplia de lo que es la vida, o simplemente ante una adversidad que nos estremece y nos hace cuestionarnos sobre los principios y valores que sustentan lo que consideramos nuestra realidad.

Expansión


La vida es una escuela, y los seres humanos somos dioses en potencia. Por eso no conocemos nuestro propósito de antemano, nos toca descubrirlo, pues es la manera en que se irán desenvolviendo tanto nuestras cualidades, habilidades y destrezas, como nuestra comprensión, aceptación y asimilación de realidades más amplias.

Tomemos como ejemplo a un niño en un corral. Su día transcurre en jugar con todos los juguetes que se encuentran a su alcance en el corral, y una vez que comienza a gatear y puede recorrer la casa descubre un mundo más amplio, luego que camina puede salir a exteriores y sorprenderse de descubrir un universo más amplio.

De igual manera, el ser humano adulto, una vez cree que ha descubierto el mundo que le rodea, y comienza a sentirse cómodo creyendo que lo domina; ocurre algún evento que lo hace cuestionarse sobre la veracidad y exactitud de su observación y percepción del mundo en el que vive.

Entonces comienza a ampliar sus horizontes, y se vuelve consciente sobre la influencia de todas y cada una de sus acciones en el mundo que le rodea. Donde antes consideraba su mundo solo su vecindario, estado o país, despierta a la realidad de que los ciudadanos de todos los países del mundo vivimos en un mismo planeta, respirando el mismo aire, bebiendo la misma agua, y comiendo los mismos alimentos.

Despertar


Este tipo de despertar, o cambio de enfoque, o ampliación de miras, como prefiera llamarle, es el primer paso hacía plantearnos encontrar un propósito para nuestras vidas, o en realidad, descubrirlo. Si aun no tenemos un propósito claro en la vida, nuestro primer propósito debería ser encontrarlo.

La importancia de tener un propósito claro en la vida podemos verlo reflejado en las vidas de las personas más exitosas que se encuentran registradas en la historia. Por ejemplo, el propósito de Henry Ford era "Masificar la producción, distribución y el consumo de autos.", el de Walt Disney era "Hacer Feliz a la gente.", y el de la Madre Teresa de Calcuta era "Cuidar y confortar a los pobres, enfermos y necesitados de todo el mundo.".

Una vez que cada uno de esos seres encontró su propósito, su vida adquirió sentido y le otorgaron significado a cada una de sus acciones. Y a partir de ese momento todas sus metas giraron en torno a hacer realidad ese propósito que descubrieron.

Metas Vs. Propósito


Es importante mantener claro que las metas son simplemente el fin hacía el cual dirigimos nuestros deseos y acciones; y aunque es excelente, y recomendado, establecer metas para facilitarnos alcanzar el éxito, éstas por si solas pueden carecer de discriminación y dirección.

Podemos tener tantas metas como consideremos conveniente, pero solo cuando definimos nuestro propósito es que nuestras metas adquieren significado para nosotros y percibimos por cuál dirección debemos encaminarnos a hacerlas realidad..

Cuando descubrimos nuestro propósito, nuestra vida se aclara y adquiere perspectiva. Y a partir de ese momento no volveremos a ver el mundo que conocíamos, veremos un nuevo mundo, una nueva vida, una nueva realidad, mucho más amplios en la cual formamos parte integral del todo.

Cosechar


Todos tenemos sueños, así como todos tenemos talentos, pero tal vez estos no se actualicen hasta que encontremos un propósito que nos conecte con valores lo suficientemente elevados para motivarnos a expresarlos al máximo y compartirlos.

Todos tenemos libros que escribir, canciones que cantar, palabras que decir y actos que realizar. Nuestros talentos son dones que nadie más posee en la misma medida, y con ellos podemos hacer cosas que nadie más puede hacer de la misma manera, lo que nos brinda la maravillosa oportunidad de expresarlos para enriquecernos y a la humanidad entera.

Todos tenemos un propósito, una razón que nos motive a manifestar la vida que llevamos dentro, nuestra tarea es comprender esto y encontrarle significado a nuestras vidas para comenzar a encontrar nuestro propósito. Mientras lo logramos, mantengamos presente que mientras el deseo nos controla, el altruismo nos libera.

¡Que disfrute encontrando su Propósito!

Un artículo publicado en Helios 3000

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